Ni las que deseas.
Cuando eliges el lugar para pasar unos
buenos días y todo va bien preparado, no esperas se vaya al traste.
Oporto lo vi en una ambulancia, me atropelló un coche. Crucé
el paso de peatones porque podía pasar, con el semaforo en verde.
Tengo moratones por todos lados, heridas en una rodilla y un
codo sin importancia. No no me rompió nada.
Lo malo es el golpe del costado que me durará unas semanas... Me hundí las costillas al caer con mi codo.
Y lo peor la mala
acción de la conductora que se largaba dejándome en el suelo. La gente tuvo que
pararla. Estas personas no se merecen volver a tener permiso para conducir.
Resumiendo me he pasado las vacaciones reposando en mi “adosao”
El mar
lo he visto tres días por la tarde y es el buen recuerdo que me traigo de Angeiras.
Tengo que alegrarme y celebrar el 21 de julio, porque si
existe el Ángel de la Guarda,
bajó para ayudarme y poder contarlo...Otros no han
podido hacerlo.
Muchas gracias a los testigos que nos ayudaron, al 112 y al Centro Hospitalar Do Porto de Oporto por la buena atención recibida.
29 / 07 /2014